El Gusto por la Tauromaquia al margen de la Teoría del Enclasamiento de Pierre Bourdieu.
La Ecuación Mental de la Corrida el nuevo espacio para la Metodología Deductiva en la sociología de la Tauromaquia.
Pierre Bourdieu ha establecido unos criterios sobre el enclasamiento del que derivaría el gusto por lo artístico atendiendo al capital cultural heredado, a los demás capitales: el capital relacional (social) y el capital económico. Este conjunto determina el habitus del capital personal simbólico, la “carne social” que, como modo (libido dominandi) se adquiere (subconscientemente) para las incursiones o conquistas en los campus respectivos por él considerados (1).
Si por todo lo que ello significa, es decir, si en la sociedad instituida se ha de discurrir por las sendas de lo que él explica como estructuras estructurantes (las tres E) y la libertad, como tal, se halla constreñida, sería el campo de la Tauromaquia como histórico gusto social por su independencia, el otrora.
Entonces, cabe preguntarse: ¿Es la Tauromaquia por su singular naturaleza y libertad de participación una isla en lo sociológico externa a la tesis del sociólogo francés?
Pues sí. Ocurre y es evidente que ninguna de las clases sociales tiene en exclusiva la apetencia por la fiesta de los toros como predilección marcada. Al contrario, por todas es compartida se diría, por igual.
La estratificación social, en la que se basa Bourdieu, desde la clase dominante a la popular, que explicaría las preferencias de cada una de ellas hacia el consumo basado en el deseo de distinción sobre los campos más o menos acotados como espacios verosímiles, en el caso de la Tauromaquia no tiene efecto. Porque las tendencias, desde lo más corriente a lo más elitista son ajenas, alejadas “geográficamente” de lo que parece como un circo montañoso aislado: el gusto por la Corrida de toros.
Ocurre para el colectivo que de una u otra forma se interesa en la Tauromaquia y es lo fenomenológico, que al coincidir las influencias propias de las singularidades de un sujeto de procedencia étnica, como es el caso, el esquema del sociólogo francés respecto a la inclinación para la Corrida de la sociedad en general, no tiene la suficiente indicación o consistencia.
Hay signos más que evidentes de ésta improcedente orientación al tratarse de algo muy excepcional como elección y por tanto fuera de cualquier forma convencional de enclasamiento. En la Tauromaquia el ingrediente básico del gusto es el valor personal (su forma de Valor-Arte) que por su esencialidad ofrece para el partícipe otra clase de distinción que nada tiene que ver con aquella actitud reproductiva (2). Es un serio indicativo al respecto, la mezcla social del foro de la lidia donde concurren con asiduidad, con un gusto común, todos los estratos sociales. Lo anteriormente dicho.
Otro signo con igual sentido es la defensa se diría activa, del espectáculo taurino por cualquiera de las clases de la sociedad. Ni siquiera hay unanimidad en la clase política, salvo en determinadas iniciativas interesadas a la hora de su rechazo, se diría, sectariamente forzado. Por ello, sí puede decirse que es la actitud revisionista (especuladora de espacios productivos) y con cierto grado de radicalidad, la que trata de imponer y difundir la conveniencia abolicionista de la Tauromaquia; más acentuadamente de la lidia como su núcleo germinativo. Y como motivos, los conocidos o renovados de otras épocas con exclusión de los religiosos sustituidos de un lado, por los de recuperación del espacio ideológico aventado por perspectivas económicas de grupo, y por otro, por la influencia o intervención de la modalidad foránea progresivamente incidente. (La tendencia animalista, la nueva ambientación zoológica…) (3)
De esta incidente influencia internacional
Es de relevante interés considerar como influencia sobrevenida, convergente con la aludida iniciativa revisionista frente al status, la interpretación neocultural en el caso de la Tauromaquia según las formas globalizadas que, con progresiva intensidad, vienen extendiéndose internacionalmente. Se pasaría de la favorable impresión ideológica para el observador de fuera, la de estar ante un contraste de culturas, consideración étnica (la focalidad de Ruth Benedict (4), a una consideración intempestiva cuyos ya lejanos antecedentes motivados se encontrarían en la Ilustración, aquella efímera reforma cultural importada de Francia por la Monarquía del Siglo de la Luces.
Además, que duda cabe que, como había precisado el analista inglés de la Tauromaquia Walter Johnston (“The Brave Enployement”) (5) es clave para el conflicto la propia palabra “Bullfighting” como larvado preataque semántico; se diría con efecto psicológico de “ofensiva”; un efecto internacional de gran alcance dada su connotación de alerta (o alarma) hacia la Corrida para el subconsciente neófito. Y, además, esta premonición del vocablo, en principio desintencionada pero que se entiende perjudicial, vendría ya empujada por expositivos que, como muestrario gráfico precedente, habrían ahondado en esa desafortunada idea: los dramáticos grabados de viajeros ingleses sobre lejana Tauromaquia con escenas hoy más bien censurables.
Siguiendo en el plano de la especulación sociológica
Por tanto, si la Teoría de Bourdieu puede minimizarse como esquema sociológico para explicar la afección o desafección hacia la Tauromaquia – incólume la proyección o influencia, puede que parcial, de las respectivas éticas productivas – es obligado colocar en ese lugar el prisma de la deducción analítica que se preconiza para tratar de obtener, a través de su espectro, una razonable ponderación cultural acorde con este definido concepto, item de nuestra tesis.
Como además la Teoría del Enclasamiento por su enfoque, no entra a considerar la oposición o rechazo hacia la costumbre social –entendida ésta como descendente corriente cultural- para el caso de la Tauromaquia que como costumbre se aparta de la “predilección de clase”, la razón de su aceptación como hábitus o, en sentido contrario, de su desafecto, se encontraría en una determinada motivación psicológica inevitable. Este resultado emotivo a favor o en contra de la Corrida se ha de explicar de forma empírica desde la observación analítica del propio hecho.
En un intento por razonar el gusto o desafección por la Tauromaquia, de razonar el porqué del resultado emotivo en la persona, se propone pues, su deducción lógica. Es lo referido como Prisma de deducción analítica, un planteamiento en el que como conjunto observacional intervienen elementos psicológicos determinantes, por su grado, de cada actitud personal; lo que pertenecería al Capital simbólico de Bourdieu.
En un capítulo siguiente, abordando este nuevo episodio de Metodología Deductiva como específico esquema analítico para la Tauromaquia, como prisma deductivo se describe la Ecuación Mental de la Corrida, una fórmula de resolución a partir de las percepciones que como elementos (psicológicos, subjetivos) intervienen determinantemente en el caso del episodio taurino. Y puesto que de la resolución personal deriva la aceptación colectiva se estaría de lleno, dentro del campo de la sociología deductiva, en una nueva línea analítica que enlaza con precisión percepción y comportamiento
La Ecuación Mental de la Corrida, que se tratará, se asemeja al planteamiento aritmético al secuenciar con signos más y menos y parametrizados, los elementos escogidos como determinantes psicológicos, entre ellos las apreciaciones de: Valor, Estética, o Daño.
La visión objetiva
Por tanto, parece ser éste, un buen recurso para analizar la desafección o afección a la Tauromaquia, el de presentar una nueva teoría deductiva fiable ciertamente alejada del enclasamiento. Una teoría que con la profundidad debida tiene en cuenta la deriva de las actitudes psicológicas previas y ante la Corrida.
Del gusto internacional
Y siguiendo el cauce Benedit para el caso particular del sujeto extranjero en su posición como observador participativo, para su gusto por la Corrida, no parece lo más adecuado que esté de antemano monitorizado por algún tipo de influencia determinante de su propio resultado emotivo. Porque si allanada su situación, sería este nuevo ¿Donde?, el espacio-expresión conformador para el habitus que cita Bourdieu. Un tema de importancia argumental por la proximidad a la realidad del objeto; punto de vista considerado en la tesis.
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- Bourdieu sociólogo francés creador de la Teoría del Enclasamieto se ha ocupado en atribuir deductivamente determinados gustos ocupacionales a las diferentes clases sociales (Hipódromo, Polo hasta el juego de la petanca). Bourdieu habla de la tendencia de la persona a conquistar según sus medios al colectivo. Ello sería una actitud más genésica que por simple motivación.
(2) En realidad, lo que si existe en referencia a ese Valor como distinción, es una señal de actuación que no camina hacia el dominio en el grupo (la distinción de Bourdieu) sino hacia una forma de admiración.
(3) Ver cuadro sinóptico-argumental sobre la animadversión o rechazo hacia la Corrida
(4) Ruth Benedit antropóloga norteamericana intérprete de las culturas exóticas,.“La espada y el crisantemo” es una de sus obras
(5) Walter Johnston efectivamente pensó que esta palabra bullfighting ha sido por su mensaje perjudicial para la afección a la tauromaquia, del mundo anglosajón.
Autor del libro Tratado TAUROGNOSIA.
La afición por los toros de Rafael de Lara data de 1953.
Con unos diez años, en el Colegio de los Salesianos de Córdoba, fui compañero de José Maria Montilla el futuro diestro cordobés a quien dedico un espacio biográfico en este libro. Gracias al Maestro y amigo, he disfrutado de la tauromaquia, su honda tradición, de su emotiva belleza se diría de una manera familiar viviendo de cerca sus singulares episodios…
El Dr. de Lara, en paralelo a su afición taurina emprendió su carrera hacia la Universidad de la que fue profesor en Granada. Se doctoró en farmacia cursando además por su vocación intelectual otras diplomaturas que incluso continua en la actualidad con un nuevo doctorado en Ciencias Sociales. En el terreno de la Taurología colaboró en los artículos de la edición de Tauromaquias Integradas de Argumentos de la Tauromaquia. Es autor del libro “La Profesión de Torero. Los Motivos de la Tauromaquia”. Su faceta como investigador es bien conocida no solo en el terreno de las Ciencias, también en el de la propia Tauromaquia.
A él es se deben las creaciones que representa el programa “Tauromatica” como perfeccionamiento de los nuevos útiles para el toreo dotados todos ellos por su racionalidad de la mayor funcionalidad.
Según el autor… “TAUROGNOSIA, como tratado es, sin duda, el resultado de mi afición, de mi preocupación por el futuro de la Fiesta y como no de la importancia de implementar con algunas aportaciones de su contenido, la formación de los jóvenes promesas en las Escuela Taurinas. También de contribuir a la radiación social de la Fiesta y, de reducir ciertas formas enquistadas. Edmund Burke, un gran filósofo británico definió mis propósitos a través de su obra: cuando expresó “Tenemos que conservar en cada generación, lo que es válido y deshacernos de lo que impide su desarrollo futuro”…
Porque como él dice, “La tradición no impide la evolución lógica de la Tauromaquia.”
Esta obra científico – literaria, un auténtico tratado, invita al debate y al entendimiento racional superando tópicos trasnochados, la “disneylandización” de los animales de Ataque y las visiones miopes que tanto preocupan al autor y nos permite examinar con objetividad tanto el pasado como el presente y mirar hacia el futuro de un rito inigualable, de un hecho antropológico dentro de la realidad del contexto actual.
Enrique Martín Arranz
Apoderado, empresario y fundador de la Primera Escuela Taurina Moderna (1976)
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